Bajo el título ‘Sostenibilidad empresarial, ambiental y de la actividad pericial’, PERICIA y Actualidad Aseguradora organizaron a mediados de noviembre una mesa redonda en la que intervinieron destacados directivos vinculados al sector asegurador expertos en la materia. En la misma se abordaron aspectos como la importancia de que todos los actores de la cadena del seguro estén involucrados con la sostenibilidad, y dentro de esa cadena, sopesar si la apuesta por la sostenibilidad puede comprometer la viabilidad económica de las empresas, especialmente de los proveedores.
En la mesa participaron María Luisa Álvarez Barby, jefa de Área de Sostenibilidad en la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP); Juan Arsuaga, miembro de la Comisión Ejecutiva de Grupo Fidelidade; Isabel Villagrán, Managing Director de Seguros en Accenture, y Vicente Hurtado, CEO de Addvalora. Todos ellos moderados por Francisco de la Puente, presidente de APCAS y Juan Manuel Blanco, director Editorial y de Estudios de INESE.
FRANCISCO DE LA PUENTE.- Cuando se habla de sostenibilidad, la gente entiende sostenibilidad medioambiental, pero la sostenibilidad, desde el punto de vista de empresas, es principalmente económica. ¿Cuál es vuestra opinión? ¿De qué manera debe trabajar el sector en los objetivos ESG sin que estos se perciban como una carga impuesta? ¿Y las aseguradoras pueden y deben hacerlo junto con sus proveedores o colaboradores?
MARÍA LUISA ÁLVAREZ.- Hay que recordar que la sostenibilidad no tiene exclusivamente un enfoque medioambiental, sino que tiene tres pilares: social, gobierno y medioambiente. A veces nos centramos en el medioambiente, quizá porque tiene unos indicadores más sencillos de medir, pero todos los enfoques son importantes. La sostenibilidad no tiene que ser vista como una carga o como una obligación o un gasto, sino como un elemento esencial para mitigar el cambio climático y para mejorar aspectos sociales y de gobernanza de todos los agentes económicos. Una mejora en sostenibilidad debe ser considerada, al mismo tiempo, como una ventaja competitiva de las empresas que lideren la transición.
FRANCISCO DE LA PUENTE.- Juan, ¿tú crees que dentro de la gobernanza está esa sostenibilidad económica de la propia empresa?
JUAN ARSUAGA.- Lo dice el propio nombre. En ESG, la G es gobernanza. Al final, es una parte absolutamente intrínseca de las tres patas y, sin ella, la ESG cojea. Cuando hablamos de gobernanza hablamos de diversidad y de inclusión. La empresa debe asegurar que se están implementando políticas claras, planeadas y transparentes y se hace de forma correcta. Sin diversidad y sin inclusión es muy difícil que una empresa alcance sus compromisos en gobernanza. Y esto no solo es viable, sino que es absolutamente esencial. Sin sostenibilidad, la viabilidad económica de las empresas no está asegurada y la sostenibilidad debe ser implementada por los distintos stakeholders que participan en todo el ciclo económico. Es decir, para que pueda funcionar, no solo debe implementarla la empresa, también deben hacerlo los clientes, los proveedores, los empleados… Pero todo esto requiere inversión y lo que pasa es que esa inversión tiene un retorno que no siempre es perceptible en el corto plazo pero, sin duda, repercute en la viabilidad de las empresas en el medio y largo plazo.
ISABEL VILLAGRÁN.- El concepto de ESG en el ámbito asegurador sólo viene a reafirmar el propósito del sector. El Seguro tiene una misión social, de sostenibilidad, y las tres iniciales ESG, confirman la propia esencia del sector.
ISABEL VILLAGRÁN: «El Seguro tiene una misión social, de sostenibilidad, y las tres iniciales ESG, confirman la propia esencia del sector»
También me pregunto ¿qué debe priorizarse, la sostenibilidad económica o la medioambiental? Llegará un punto en el que la sostenibilidad económica no será posible si no se cumple la medioambiental. El mercado, las nuevas generaciones y las regulaciones, nos llevan a tener que cumplir esos criterios, y van a ser parte fundamental para que las empresas sean viables económicamente.
VICENTE HURTADO.- Voy a ser un poco la voz, no discrepante, porque no lo es, pero sí diferente. Lo que se está exponiendo aquí es una visión muy europea, pero todo el mundo no es Europa y todo el mundo no lo ve igual. Acaba de ganar Trump las elecciones y seguro que él no lo ve igual. En Europa se ve así, pero no siempre esa sostenibilidad ambiental va ligada a una sostenibilidad económica e, incluso, en muchas ocasiones, va en completo desacuerdo, en completa competencia. Recordaré unas palabas de Macron, que dijo recientemente refiriéndose a Europa: “nosotros somos herbívoros, pero es que los demás son carnívoros y, como sigamos así, los carnívoros nos van a comer”. Por lo tanto, igual sería mejor que por lo menos nosotros fuésemos omnívoros.
JUAN ARSUAGA.- Estoy totalmente de acuerdo. En todo esto tiene que haber un consenso. Y me refiero a que, para que una empresa que invierte en sostenibilidad sea económicamente viable, tienen que invertir todos los que están alrededor. Lo que no puedes hacer es invertir en sostenibilidad, en tu forma de trabajar, que tus políticas de suscripción sean sostenibles, etc., si los que te compran seguros no trabajan para cumplir sus compromisos o, en definitiva, no lo valoran. Por ejemplo, los concursos públicos. En la medida en que en los concursos públicos no aparezcan criterios ESG a la hora de elegir, y sean básicamente económicos, sobre el precio del seguro o las coberturas, lo vamos a tener complicado, porque el que esté invirtiendo en sostenibilidad va a estar penalizado.
FRANCISCO DE LA PUENTE.- Por lo que nos toca a los Peritos de Seguros, tenemos en cuenta que hay productos verdes, pintura más ecológica, que es más cara. Entonces, la aseguradora te dice que estás peritando por encima del valor medio. Lo que pasa es que la compañía tiene el problema para vender un seguro verde porque la clientela paga precio y no paga esa diferencia. Es decir, a veces, el propio mercado no está colaborando en esa búsqueda de la sostenibilidad.
JUAN ARSUAGA.- El cliente es el último eslabón de la cadena. Si el perito, el prestador, el taller, el proveedor de las piezas, todos estos cumplen sus criterios, el cliente se lo va a acabar encontrando. Pero al cliente, efectivamente, le tenemos que ayudar a entender que todo el ciclo debe ser sostenible. Necesitamos implementar políticas claras y transparentes y explicarle por qué optamos por este tipo de reparaciones sostenibles. El perito tiene un papel esencial en todo esto porque es el front office de la aseguradora en la gestión del siniestro. El asegurado muchas veces no lo acaba de ver, excepto una minoría que está tremendamente concienciada. El cliente, al final, puede pensar ¿me van a sustituir la pieza por una pieza verde en vez de por una pieza original? Pues prefiero la original, que me da más seguridad. Incluso si el tema no está bien explicado puede llegar a pensar que lo que pretendemos las aseguradoras es ahorrar dinero en la reparación, lo que normalmente no es así. Aplicar políticas sostenibles puede muchas veces ser más caro en el corto plazo, por eso es tan importante el compromiso de los diferentes stakeholders.
El papel de la Administración
FRANCISCO DE LA PUENTE.- Y, María Luisa, las Administraciones Públicas tenéis una posición de empezar a impulsar este tipo de cosas. De hecho, habéis creado en la DGSFP una dirección de sostenibilidad, ¿no? Es decir, estáis avanzando en este ámbito.
MARÍA LUISA ÁLVAREZ.- En la DGSFP se creó a mediados del año pasado un área de sostenibilidad para unificar todas las tareas y trabajos que se venían realizando en la Dirección en distintos departamentos. Todos debemos avanzar en este ámbito y las empresas no deben verlo como un sobrecoste. Lo importante es lograr un cambio de cultura, en el sector público y en el sector privado, un cambio de mentalidad que con las nuevas generaciones es más sencillo puesto que parece ser más innato a ellas.
La clave es que el consumidor final sea consciente de la importancia de estos temas, lo que posiblemente conllevará un aumento de la demanda de estos productos y valore la contratación con empresas que promuevan la sostenibilidad y no se centre exclusivamente en el precio como variable. En este sentido, deben analizarse los posibles efectos de las estrategias de sostenibilidad. El sector asegurador es el que más puede aportar en la gestión de riesgos provenientes del cambio climático, y ello está interiorizado en el sector. Desafortunadamente, hemos vivido recientemente una terrible DANA en España y las consecuencias sobre personas y bienes han sido devastadoras. Las pérdidas derivadas de los siniestros meteorológicos pueden llegar a ser muy elevadas. En España tenemos el ejemplo de la importancia de la colaboración público-privada con el Consorcio de Compensación de Seguros. Todos los agentes económicos debemos concienciarnos de las consecuencias del cambio climático y de la importancia de tratar de mitigarlo.
Con la normativa que está entrando en vigor, y que seguirá haciéndolo próximamente, las entidades van a tener que publicar gran parte de sus indicadores ASG y los consumidores y otros usuarios de la información como inversores o administraciones, disfrutarán de una transparencia y una homogeneidad de todos los indicadores de tal forma que podrán elegir productos o empresas sostenibles en Europa. Y quizá veamos cómo otras empresas internacionales querrán adaptarse a esta normativa europea, aunque no sea una obligación para ellas, porque empezarán a ver que también a ellas les interesa empezar a publicar cierta información ASG para no quedarse a la cola de la transparencia de esta información.
MARÍA LUISA ÁLVAREZ: «El sector asegurador es fundamental para la economía y toda la cadena de valor debe compartir la misma línea. Es esencial la colaboración público-privada»
ISABEL VILLAGRÁN.- El sector necesita aunar fuerzas. ESG es un compromiso de todo el ecosistema asegurador, todos debemos ir hacia el mismo objetivo. Por eso tenemos que hacer, cada uno en nuestra parcela, el esfuerzo correspondiente que incluya divulgación e incentivos a todos por igual para su cumplimiento. Por ejemplo, cuando llega un usuario con el coche estropeado, siempre va a esperar el mejor servicio. Y, por eso, es esencial que el taller explique la importancia y beneficios del uso de piezas recicladas. Considero que hay una parte de aunar fuerzas y que la obligación no sea solo el de las aseguradoras, que ahora mismo son las que están midiendo sus indicadores, sino que esto tiene que hacerse extensivo a todo el ecosistema.
VICENTE HURTADO.- Continuando con mi tesis, yo no hablo de tirar los papeles al suelo, ni de limpiar los plásticos del mar, ni todas estas cuestiones con las que, sin duda, todos vamos a estar de acuerdo; es el ecologismo de siempre, y sobre eso no hay discusión. Pero sobre lo que estamos comentando, yo creo que debemos tener en cuenta que existe un componente ideológico y de interés económico bastante difusos. Y, repito, no sucede así en todo el mundo. A veces los europeos creemos que solo existimos nosotros, e incluso diría que pensamos que los demás vienen como retrasados. Están X años retrasados y que dentro de X años estarán donde estamos nosotros. Pero eso, desde mi punto de vista, no es así. Vamos en círculos separados por completo que no se tocarán nunca y nunca llegarán donde estemos nosotros. Llegarán a otro sitio, pero no donde esté Europa.
En resumen, hay un componente de coste muy importante, y si ese coste está solamente en un lado del planeta, y no en el resto, porque los otros piensan de forma distinta, con todo su derecho, entonces, la situación es caótica. Hace no mucho tiempo el sector agrícola se sublevó. Hubo una especie de revolución del sector en España iniciada en Francia. Creo que protestaban realmente por los elevados costes derivados de las directrices comunitarias, que no existen en otros lugares del planeta y que hacen que no puedan ser competitivos. Y -esto es muy importante- porque si el precio de mi empresa no es competitivo, mi empresa desaparece y no puedo decir “bueno, pero mi producto es de más calidad”. No, porque si desaparece, deja de ser de más calidad. Por eso es absolutamente fundamental el tema del precio. Y esto tenemos que tenerlo en cuenta. No podemos obviarlo.
JUAN ARSUAGA.- La gente deja de correr en coche cuando aparecieron los radares. Las personas y las empresas necesitamos en cierta medida ser controlados para hacer las cosas bien. Nosotros, por ejemplo, en Fidelidade, hace dos años apostamos por tener un rating ESG y nos convirtió en la cuarta aseguradora más sostenible del mundo. Tenemos unos compromisos que cumplir porque, si no, nuestro rating empeora, y no nos gusta empeorar en nada.
JUAN MANUEL BLANCO.- Juan, habéis apostado claramente por la ESG, tal y como has dicho. ¿Lo entienden vuestros accionistas? ¿Entienden que al final del ejercicio posiblemente apostar por ESG significa que el beneficio es menor?
JUAN ARSUAGA.- La labor de cualquier comisión ejecutiva es implementar lo que cree que es mejor para la compañía a medio o largo plazo. Al final, es fundamental la labor de una comisión ejecutiva en una aseguradora como Fidelidade de cara al accionista. Cualquier accionista lo que quiere es viabilidad, rentabilidad, que la compañía agregue valor. Nuestra labor es convencer al accionista que en ese valor agregado es fundamental la ESG. Porque, sin la ESG, la empresa no tiene viabilidad en el largo plazo.
Al final, es una labor de quien gestiona la empresa procurar que el accionista lo entienda. Pero no solo el accionista, todos los eslabones de la cadena tienen que ser conscientes del compromiso de la empresa y eso solo se consigue con políticas de transparencia y comunicación, tanto interna como externa. En nuestro informe anual de cuentas contamos todo lo que hacemos y constantemente estamos formando a nuestros colaboradores.
Proporcionalidad en las exigencias
FRANCISCO DE LA PUENTE.- ¿Y cuáles son los criterios para exigir a una compañía el cumplimiento de criterios ESG? ¿Se exige lo mismo a una multinacional que a una pequeña empresa?
MARÍA LUISA ÁLVAREZ.- La proporcionalidad es básica. No se puede exigir lo mismo a una empresa internacional con un elevado importe neto de cifra de negocio y con un número muy elevado de empleados que a una empresa familiar, por poner un ejemplo. La práctica totalidad de la normativa que se está aprobando recientemente va en este sentido, ser proporcional y no exigir lo mismo a unas empresas que a otras.
La importancia de la sostenibilidad radica en que las empresas no van a tener que dar información exclusivamente de qué está sucediendo en ellas, sino que tendrán que dar información sobre toda la cadena de valor. No tiene sentido que la aseguradora vaya en una línea y sus proveedores o colaboradores vayan en otra. Las entidades deberán trasladar mensajes, la cultura, formación y, entre otros, los objetivos a toda su cadena de valor. El mensaje debe quedar claro.
Es cierto que puede haber unos costes adicionales, principalmente al inicio, pero esto debe ser visto como una inversión hacia una actividad más sostenible y que logrará una ventaja competitiva a las empresas que tomen la delantera.
Las empresas deben tratar de competir no sólo en precio, sino también en calidad, como se hace en otros sectores. El objetivo es que haya una demanda de productos sostenibles en el sector asegurador.
ISABEL VILLAGRÁN.- Coincido con María Luisa en que esto tiene que estar en toda la cadena de valor y es verdad que algunas partes se están sintiendo más exigidas, sobre todo porque acaban siendo proveedores de aseguradoras y, en esa relación de proveedor de servicios, probablemente existe ese sentimiento de estar en una posición de desventaja.
Por eso, es fundamental impulsar la transparencia para que todos sean realmente conscientes de los esfuerzos que realiza cada una de las partes de la cadena de valor, ya que la percepción puede no ser real. Además, esto ayudará a que se vea que es un esfuerzo conjunto, algo de todos, y no que unos hacen más que otros.
VICENTE HURTADO.- Muy interesante lo de implantar la transparencia en el sector asegurador, pero creo que es también algo muy porque el sector es, per se, oscuro. Casi necesita esa oscuridad para poder sobrevivir. Tenemos un ejemplo fantástico. Se creó hace unos años una empresa, Imeureka, no sé si os suena, de la cual soy pequeño socio. Y los socios son, prácticamente todos, personas conocidas del sector asegurador. Pretende hacer un mercado transparente. Tipo Idealista en el sector inmobiliario. Y no consigue salir adelante, pese a que se han hecho muchos esfuerzos, no solamente por parte de quienes la dirigen, sino también por parte de quienes les hemos apoyado. Y creo que es porque el mercado es así. No funciona con transparencia porque quizás no sea conveniente. Decir que tal empresa está siendo cotizada por una correduría a este precio para que otra pueda bajarlo y quedarse con la cuenta… Eso es muy complicado. Porque lo primero que puede interesar al corredor es que no se sepa quién es su cliente y el servicio ofrecido. Estamos en un mercado poco transparente. Pero, desde luego, sería un futuro totalmente distinto. Realmente cambiaríamos el sector asegurador por una transparencia importante.
VICENTE HURTADO: «Hay un componente de coste muy importante, y si ese coste está solamente en un lado del planeta, y no en el resto, porque los otros piensan de forma distinta, con todo su derecho, entonces, la situación es caótica»
FRANCISCO DE LA PUENTE.- La transparencia del sector, en general, es mejorable. Por ejemplo, hay que decir claramente a todo el mundo que el seguro del automóvil en España es deficitario, no se pueden mantener estos precios.
VICENTE HURTADO.- Lo has dicho muy bien, Francisco. No se puede tener determinada prima para el mercado de vehículos. Ni para el de casas. Las primas, no lo sé, porque no tengo un estudio a ese respecto, pero aparentemente son muy bajas. Pero sí puedo hacer una lógica en todo el recorrido. Si las primas son bajas, no puede ser que después se proteja a los proveedores. Porque como las primas son bajas, si tengo que tener un beneficio, evidentemente tengo que reducir costes. Si reduzco ingresos a través de las primas, después tengo que reducir costes. Para reducir costes, es absolutamente esencial reducir los de los proveedores, porque ese es el coste, o de los trabajadores.
FRANCISCO DE LA PUENTE.- Los trabajadores están más protegidos por los convenios y por las normas que los proveedores. Al no tener normas, si el convenio colectivo te sube un 4% este año, tienes que pagar a tus empleados el 4%. Todavía peor. Tienes que descontarlo de los proveedores. Ahí hay una diferencia significativa.
VICENTE HURTADO.- Respecto a las tarifas de los peritos o de otro tipo de proveedores, a lo largo de estos últimos 20 años hemos visto absolutamente de todo. Las tarifas se han reducido en términos absolutos. Cuando trabajaba en Robbins Davies, allá por el año 83, para darnos cuenta, el siniestro mínimo eran 10.000 pesetas, 60 euros. Hoy en día, es menos de 60 euros. 41 años después, en términos absolutos, es menor. No se actualizan con el IPC ni con ningún otro ratio. Se subastan. Yo no tenía ni idea de lo que era una subasta inversa, pero aprendí de esto. Una subasta inversa es que tengo a una serie de proveedores más o menos homologados y diferentes peritaciones que realizar; las divido en los diferentes ramos (RC, daños, pérdida de beneficios…) y entonces pongo de plazo 7 días y durante esos 7 días se va subastando, por ejemplo, el precio/hora. Es tremendo. No tiene nada que ver la calidad.
JUAN ARSUAGA.- En Fidelidade trabajamos con peritos independientes muy bien formados y a los que cada vez damos herramientas para poder peritar de forma eficiente.
JUAN ARSUAGA: «En la medida en que en los concursos públicos no aparezcan criterios ESG a la hora de elegir, y sean básicamente económicos, sobre el precio del seguro o las coberturas, lo vamos a tener complicado porque el que esté invirtiendo en sostenibilidad va a estar penalizado»
VICENTE HURTADO.- Los baremos han cambiado en algunas compañías por contagio. En algunos casos, los siniestros pequeños, de poco importe, se pagan en función de su importe. Y los grandes ya no se pagan en función de su importe, sino en función de las horas invertidas. Esto es una auténtica perversión. Todos los gastos no se pagan, a pesar de que son variables y vienen exclusivamente de ese encargo en concreto.
Pero es cierto que hay una cuestión importante, y es la mejora tecnológica, una forma de actuar distinta y una simplificación de los informes que permite hacer más expedientes que los que se hacían antes. Cuando hablaba de Robbins Davis, pues es cierto, era 10.000 pesetas en el año 83, pero tardabas 3 meses en hacer el informe, lo hacías a mano, lo pasabas a la máquina… Todo esto tenía un componente muy largo y costoso. Y ahora no. Ahora se ha simplificado enormemente y puedes hacer muchísimos más informes en esos tres meses. Es cierto. Pero, aun así, eso no es compensable. O sea, no compensa las otras partidas que he comentado. Y se gana muy poco. En las empresas de peritación los peritos ganan menos que una secretaria. Es muy complicado. Y los peritos individuales, vosotros lo sabréis bien, pues ocurre exactamente lo mismo. Es muy difícil tener una sostenibilidad.
Y no hablo de los peritos, porque me da igual. Los médicos, los fisioterapeutas, los reparadores, los talleres, etc., estamos en esas condiciones. Hay unos baremos muy exigentes, muy bajos, que, desde mi punto de vista, impiden la sostenibilidad a largo plazo. Es muy complicado encontrar a la gente que quiera trabajar, muy complicado. No hay relevo generacional.
ISABEL VILLAGRÁN.- Volviendo a las primas, considero que hay una parte estructural relacionada con la eficiencia que hay que “atacar” para optimizar la cuenta de resultados.
Es clave el uso de la tecnología y la innovación para que ayude a construir enfoques eficientes. Por ejemplo, con la aplicación de datos e IA generativa se podría hacer una gestión energética en tiempo real que ayude a la eficiencia operacional y a la toma de decisiones; el uso de la analítica predictiva permite optimizar el uso de recursos y complementar muy bien medidas que ya tienen implantadas las aseguradoras como son la optimización de rutas y la teleperitación.
MARÍA LUISA ÁLVAREZ.- La inteligencia artificial es una herramienta que no siempre aprovechamos lo suficiente y podría utilizarse más en el sector asegurador, redundando en una mejora en el tratamiento de la información y una reducción de costes.
FRANCISCO DE LA PUENTE.- Los daños en el vehículo no se solucionan con inteligencia artificial. El muro que se ha caído no se soluciona con inteligencia artificial. Hay que mandar un pintor o un albañil que tienen que hacer frente a unos costes que no ha abaratado la tecnología. Hay muchas respuestas del Seguro que no están condicionadas por la tecnología. En los proveedores, sí. Por eso hay menos peritos ahora que hace 25 años, porque ese trabajo lo hace ahora menos gente. Pero el coche tienes que llevarlo a un taller. No se soluciona telefónicamente con inteligencia artificial y tecnología. Tiene alguien que mirar. Y ese profesional, como proveedor, debe tener la suficiente sostenibilidad para sobrevivir. Y si no sobrevive, el problema lo tiene la compañía de seguros, que no puede cumplir su servicio con el cliente, y también el cliente, con el que la aseguradora se ha comprometido. Por eso al asegurado hay que explicarle que no puede pagar esa prima tan baja.
VICENTE HURTADO.- Nosotros gastamos en este momento 500.000 euros al año en tecnología, lo que, para un gabinete, por grande que sea, es muchísimo. Aun así, vemos que no vamos al ritmo que nos gustaría, o que necesitamos, por falta de inversión. Necesitamos gastar más, pero claro, aunque es fundamental, es muy difícil para nosotros y como no aumentes tu tecnología en este momento estás absolutamente perdido, no tiene vuelta de hoja.
JUAN ARSUAGA.- Es un poco lo que decía Francisco, ¿por qué puedes hacer eso? En Fidelidade tenemos una empresa de gestión de peritaciones, que no de peritos, que se dedica a invertir en todos esos procesos. Por eso, muchos de los peritos que trabajan con nosotros, normalmente solo trabajan con nosotros, porque les facilitamos la vida.
Estrategias de las aseguradoras
FRANCISCO DE LA PUENTE.- Después de todo lo analizado en el debate, a modo de conclusión, ¿qué estrategias podrían implementar las aseguradoras para facilitar que sus distintos grupos de interés cumplan con los objetivos de sostenibilidad y, al mismo tiempo, sea factible su supervivencia y competitividad?
MARÍA LUISA ÁLVAREZ.- No querría terminar esta mesa redonda sin transmitir el mensaje de que el sector asegurador es fundamental para la economía. A veces nos encontramos con que nuestro sector es un gran desconocido. Con los recientes acontecimientos climáticos acaecidos, no sólo la desgracia de la reciente DANA en España, sino otros eventos que hemos visto en otras zonas de Europa, en Estados Unidos o en el mundo en general, debemos aprender que son necesarios ciertos avances, que pueden ir desde la necesidad de una mayor penetración del sector asegurador hasta mejoras para poder agilizar la tramitación de siniestros en determinados momentos. Pero son mejoras en las que tiene que estar involucrada toda la cadena de valor. De nada sirve que dentro de una cadena de valor cada agente tenga unos objetivos distintos. Por eso se está avanzando, a nivel europeo, en el un aumento de la transparencia de toda la información por parte de las empresas. Una información abundante que se dará, en el caso de la transposición de la CSRD, no sólo por parte de las entidades aseguradoras, sino por todas las empresas. Además, más adelante se publicarán unos estándares sectoriales para el sector asegurador que ofrecerán más indicadores comparables. Esta información estará verificada y dicha verificación será supervisada, lo que da mayor fiabilidad a estos indicadores.
Desde el sector público, y en particular desde la DGSFP, creemos que todos los agentes debemos avanzar de la mano en materia de sostenibilidad y consideramos fundamental el diálogo entre el sector público y privado.
FRANCISCO DE LA PUENTE: «Hay muchas respuestas del Seguro que no están condicionadas por la tecnología. En los proveedores, sí. Por eso hay menos peritos ahora que hace 25 años, porque ese trabajo lo hace ahora menos gente»
ISABEL VILLAGRÁN.- Yo me quedo con la colaboración entre los distintos actores del ecosistema asegurador. Es un objetivo de todos, como también debe serlo la sostenibilidad económica. Creo que hay cuestiones que tienen que ver con la formación, los incentivos y otras medidas, que deben llegar a todos los intervinientes para que realmente esto sea un objetivo común. Y, por otra parte, también hay que recalcar que la tecnología es clave para ayudar a mejorar la competitividad y para mejorar la eficiencia allí donde se pueda.
VICENTE HURTADO.- Termino con lo que decía María Luisa y recalcando dos cosas que ya he dicho. Uno, la importancia del Seguro. Es evidente que es un sector fundamental absolutamente para la economía del país y del mundo. Es también evidente, para mí, que se confunde dentro del sector financiero con la banca. Sobre la DANA quería decir que se pueden hacer muchas cosas y, claro, tienes toda la razón, de la experiencia se aprende, porque, si no, estaríamos apañados. Pero yo quería incidir, sobre todo, en el tema de los incendios forestales que sufrimos en verano y que deben intentar mitigarse. En el invierno deben hacerse cortafuegos, entresacas, debe hacerse limpieza, etcétera. Y aquí ocurre lo mismo, aquí es una cuestión de previsión, no una cuestión de qué pasa cuando ocurre, sino una cuestión de previsión de qué pasa con ese barranco, qué pasa con los embalses, qué pasa con los cursos de agua… y todo eso es lo que hay que resolver antes de que suceda esto.
JUAN ARSUAGA.- Siempre se puede hacer mucho más. Lo importante es tener un plan, una estrategia. La política tiene que ser transparente y comprometida y marcarse plazos claros y perfectamente definidos. En la medida que las empresas sean capaces de cumplir sus compromisos, el mercado acaba poniéndoles donde tienen que estar. La empresa que no cumpla esto puede tener ciertas ventajas en el corto plazo, pero también, en mi opinión, tiene un futuro muy negro.