Por Juan Carlos Calvo González, miembro de la Comisión de Seguridad Vial y Movilidad de APCAS
El presente informe tiene como objetivo analizar la seguridad vehicular en dos aspectos fundamentales:
- Procedimientos de evacuación en caso de riada.
- Regulaciones y riesgos asociados a la circulación con lunas de parabrisas calzadas y no selladas.
Este análisis se basa en documentación técnica y normativa vigente en materia de seguridad vial.
1. Seguridad vehicular en caso de riada
En situaciones de riada, la evacuación del vehículo debe realizarse de manera rápida y segura. Según la información proporcionada, se deben considerar los siguientes procedimientos:
- Salida por la puerta: si el nivel del agua lo permite, se debe abrir la puerta, recordando que la presión exterior puede dificultar la apertura hasta igualar el nivel del agua.
Rotura del parabrisas: No es viable debido a la resistencia estructural del mismo. Salvo que esta se encuentre debilitada por impactos o rota. - Salida por la ventanilla: es el método más recomendado. Si la ventanilla no baja, debe romperse con un objeto punzante, preferiblemente por la parte central o lateral más cercana al marco. Utilizando el reposacabezas, sacarlo de su ubicación y con uno de los dos soportes romper la luna de la ventanilla puerta contraria a la corriente.
- Nado a la orilla: se recomienda nadar en posición horizontal y en dirección diagonal hacia la corriente para minimizar el esfuerzo y optimizar la llegada a tierra firme.
Estos procedimientos deben ser de conocimiento general para conductores que transiten por zonas propensas a inundaciones, ya que un desconocimiento de las maniobras adecuadas puede poner en riesgo la vida de los ocupantes del vehículo.

En caso de riada, la mejor estrategia de evacuación es salir por la ventanilla. Es fundamental que los conductores conozcan las técnicas adecuadas para actuar en emergencias de este tipo
2. Seguridad y regulación sobre parabrisas calzados y no sellados
La normativa española establece regulaciones estrictas en relación con la correcta instalación del parabrisas para garantizar la seguridad y visibilidad del conductor. El artículo 19 del Reglamento General de Circulación exige que la superficie acristalada permita una visibilidad diáfana, por lo que cualquier defecto en la instalación puede ser motivo de sanción y rechazo en la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Estos parabrisas calzados se montaron hasta 1989, desde entonces todos son sellados.
- Seguridad estructural: un parabrisas mal instalado compromete la rigidez del vehículo, lo que puede afectar su estabilidad en caso de accidente o vuelco.
- Protección en accidentes: el sellado adecuado evita la eyección de pasajeros y permite que el airbag frontal funcione correctamente.
- Resistencia a impactos: los adhesivos modernos (como el poliuretano) proporcionan resistencia a impactos y previenen el desprendimiento de fragmentos en caso de rotura.
- Aerodinámica y eficiencia: un parabrisas correctamente sellado contribuye a una mejor aerodinámica del vehículo y reduce el consumo de combustible.
Se recomienda que las aseguradoras y peritos de seguros refuercen la inspección de los vehículos asegurados para verificar el estado de sus lunas y parabrisas, evitando riesgos para la seguridad vial
3. Conclusiones
En caso de riada, la mejor estrategia de evacuación es salir por la ventanilla. Es fundamental que los conductores conozcan las técnicas adecuadas para actuar en emergencias de este tipo.
Circular con parabrisas calzados y no sellados es una infracción que compromete la seguridad del vehículo y sus ocupantes, además de ser motivo de sanción y rechazo en la ITV.
La instalación correcta del parabrisas es crucial para garantizar la rigidez estructural, la protección en caso de accidente y la funcionalidad de los airbags.
Se recomienda que las aseguradoras y peritos de seguros refuercen la inspección de los vehículos asegurados para verificar el estado de sus lunas y parabrisas, evitando riesgos para la seguridad vial.