Drones: la otra mirada del Perito de Seguros

Drones: la otra mirada del Perito de Seguros

No cabe duda de que la utilización de drones en el mundo del seguro, y más específicamente en la pericia, ha supuesto un salto cualitativo. El mayor beneficio de su aplicación se obtiene en dos ámbitos: en la valoración y medición de grandes extensiones y en el acercamiento a zonas de difícil acceso, ya sea por la peligrosidad generada por un siniestro o por la altura o situación natural del lugar a analizar. A ello se suma la rapidez en la recopilación de datos y la calidad de estos, al utilizarse imágenes de gran precisión en formato fotografía o video

Pero, ¿qué es un dron? La RAE lo define escuetamente como “aeronave no tripulada”. Etimológicamente proviene del inglés, drone, que significa literalmente “zumbido”, debido al ruido que emite cuando está en vuelo.

Y hoy en día un dron es una herramienta de ayuda fundamental en muchos aspectos de nuestra sociedad. Desde vigilantes en grandes concentraciones de personas, en la búsqueda de desaparecidos, en el mantenimiento de grandes estructuras donde el acceso es difícil para una persona, lucha contra incendios forestales… Pero, también, lamentablemente para usos nocivos contra el ser humano, como estamos comprobando en los actuales conflictos bélicos.

Pero quedémonos con el aspecto positivo que tienen los drones para el mundo de la pericia. Carlos Barrios es arquitecto titulado y perito de seguros desde hace 30 años. Trabaja en RTS desde 1996, donde además es socio. En su larga carrera profesional ha desarrollado diferentes facetas en el mundo de la peritación, especializándose en siniestros de construcción, RC profesional y de producto, incendios diversos, siniestros de maquinaria de construcción, etc.

“El uso de dron es un complemento para los peritos que les ayuda en su trabajo y que también beneficia a los asegurados porque les permite ahorrar tiempo y molestias” (Ángel Algarra)

Información muy precisa

Su punto de vista, pues, resulta muy valioso a la hora de conocer la aportación de los drones a la labor de los peritos. En su opinión, “la ventaja de utilización de un dron es obtener una información mucho más detallada y precisa que, en muchos casos, de otro modo, sería imposible, facilitando las labores de delimitación del daño o de investigación de la causa del siniestro. Para las compañías de seguros supone una herramienta de acercamiento y comprensión del siniestro en su magnitud real y global”.

Para Barrios, “el uso de los drones dentro del mundo de la peritación ha aportado un punto de vista hasta ahora inexistente o muy costoso de conseguir e inviable en numerosas ocasiones”. Con su uso, “hemos logrado peritar en tres dimensiones, al poder elevarnos del plano horizontal. Con ello se obtienen vistas antes no conseguidas de los elementos siniestrados y la posibilidad de acceder a zonas del siniestro donde antes no se llegaba, debido a la peligrosidad del elemento siniestrado o a la altura donde este se encuentra. Ahora, en los casos de grandes incendios, se pueden inspeccionar las cubiertas de las naves e incluso penetrar en zonas de peligro de derrumbe sin riesgo alguno para las personas”.

Además, “podemos cuantificar las grandes superficies dañadas en casos de incendios forestales o cosechas afectadas por cualquier tipo de siniestro. Asimismo, se accede a inspeccionar elementos situados a alturas importantes sin tener que requerir de medios auxiliares tales como plataformas elevadoras, etcétera”. Y, también, “no tenemos que limitarnos a una imagen fija, los drones nos permiten hacer videos o imágenes térmicas o infrarrojas”, señala Barrios.

Y para hacer estas peritaciones, en RTS, además de los servicios de IST, empresa del grupo dedicada a la ingeniería forense y que cuenta con sus propios drones, “normalmente acudimos a empresas especializadas en la realización de vuelos con drones, que se ocupan de la gestión de los requisitos necesarios, capaces de abordar circunstancias de vuelo complejas propios del escenario de un siniestro. Y que disponen de los equipos más innovadores, dada la constante evolución que se está produciendo en el ámbito de los drones”.

Ahorro de tiempo

Y, precisamente, una de esas empresas especializadas es Panamedia International Fligh School, una compañía dedicada desde hace más de una década, entre otras cosas, a la formación de pilotos de drones, además de ofrecer servicios de vuelo de estos aparatos para cualquier actividad, entre ellas la peritación. Aitor Parejo es supervisor de Panamedia y resalta, como principal valor que ofrecen los drones a la pericia, “el tiempo, la velocidad a la que una aeronave con cámaras óptimas puede encontrar averías, desfiguraciones estructurales, fugas, puntos térmicos, escaneo, etc”. Augura un buen futuro a su uso “sobre todo para aquellas empresas aseguradoras que quieren dar un servicio óptimo y obtener una realidad del riesgo que van asegurar. Además, en caso de siniestro pueden tener unas imágenes del antes y el después y encontrar con más facilidad la causa del mismo.”

Para Aitor, el segundo factor beneficioso, “aunque no menos importante”, es el humano. “Somos partidarios de que se ponga antes en riesgo la aeronave que personal humano. Por ejemplo, para inspeccionar un edificio que no es seguro y no sabemos si puede derrumbarse”. Y, en tercer lugar, destaca el factor económico: “a nivel empresarial podemos ser prácticos, dedicar menos tiempo para identificar, lo que implica menos gasto, no tomar riesgos de personal humano, implica no tener que hacer pagos de peligrosidad o, en el peor de los casos, indemnizaciones por lesiones laborales o la defunción, además de la optimización de los recursos”.

Como ejemplo práctico de utilidad Parejo argumenta la avería en un aerogenerador. “Si falla y no se sabe cuál es su causa, una empresa sin drones tendrá que llevar a todos sus técnicos, desplazarlos al lugar, que suban hasta arriba, poner en riesgo a todos los profesionales y, una vez identificado el fallo, tendrá que ser el profesional más óptimo el que repare: electricista, informático, chapista, etc. Con el dron, en cambio, podemos hacer vuelos periódicos, tener un estudio de deterioro y en caso de avería o fallo, hacer un vuelo rápido, tardaremos en subir 50-100 metros unos 20 segundos, captar con imagen cuál es la avería y acudirá el técnico necesario”.

“Para las compañías de seguros el uso de drones supone una herramienta de acercamiento y comprensión del siniestro en su magnitud real y global” (Carlos Barrios)


El decisivo papel del perito

El dron no deja de ser una herramienta de trabajo para el Perito de Seguros. En el ámbito del seguro agrario el cliente se muestra muy satisfecho al ver su aplicación. Como explica desde Agroseguro Ángel Algarra, “los técnicos que desarrollan su actividad en el seguro agrario y que cuentan con drones para desarrollar su labor nos transmiten que a los asegurados les genera, en primer lugar, mucha curiosidad, y al mismo tiempo, son conscientes de su utilidad”. La acogida por parte de los asegurados “es muy buena, al igual que su satisfacción. Les gusta mucho ser partícipes de la tasación. El técnico, conforme está volando el dron, está viendo en su móvil las imágenes y las comparte con el asegurado. Lo ven como algo positivo y que les gusta, y a su vez quedan satisfechos porque no tienen dudas sobre el resultado de la tasación”.

Asimismo, Algarra indica que “no podemos olvidar que en el caso de Agroseguro, el Índice de Calidad Percibida que realizamos cada año y que mide la satisfacción de los asegurados, otorga notas excelentes -notable y sobresaliente- a la respuesta que ofrece el seguro una vez se ha producido el siniestro, con especial atención a la calidad de las peritaciones y a la rapidez de pago de los siniestros”.

Es decir, “los agricultores y ganaderos ponen en especial valor el papel y desempeño de los peritos. Es un dato que se constata en 2023, un ejercicio de graves daños por sequía, pedrisco o helada, pero que es una constante en los últimos años. De hecho, los peritos agrícolas y veterinarios son grandes conocedores de la realidad de nuestro medio rural, de sus producciones y cultivos y, en muchas ocasiones, suponen una referencia para los asegurados”.


Gran utilidad en el ámbito agrario

Y uno de los ámbitos donde la optimización de recursos y utilidad del empleo de drones es mayor es en el mundo de la peritación agraria. Ángel Algarra, jefe del departamento de Tasaciones de Agroseguro, afirma que “la principal ventaja que nos encontramos por el uso de drones en las tasaciones es tener una visión y una evaluación de los daños más exacta, ya que por ejemplo en siniestros de daños de fauna en cultivos como el maíz o el arroz, en los que es complicado el acceso a las parcelas, con el vuelo de los drones y acompañado de programas como PIX4D nos permite realizar mediciones de las superficies afectadas de una forma rápida y exacta”.

En el caso de sector agrícola “es un apoyo para aquellos casos donde la extensión o características del siniestro suponen una dificultad añadida. Por ejemplo, para poder calcular la extensión afectada por un incendio en cultivos herbáceos o, en el caso de un invernadero, la superficie de techo que se ha visto afectado o dañado por el paso de un vendaval. Con la ayuda de un dron, el técnico puede tener en poco tiempo una imagen general del siniestro para empezar a trabajar”, afirma Algarra.

En cualquier caso, para el representante de Agroseguro “es imprescindible el factor humano para determinar la repercusión exacta de un siniestro, pero el uso de dron es un complemento que les ayuda en su trabajo y que también beneficia a los asegurados porque les permite ahorrar tiempo y molestias, y contribuye a seguir garantizando la calidad de las tasaciones que siempre ha caracterizado al seguro agrario”.

Y, además, “los drones también sirven para otras funciones más allá de un siniestro, como comprobar el desarrollo de un cultivo o producción. Hemos comprobado, por ejemplo, su utilidad para analizar la evolución semana a semana de la floración de almendro, que por su color y vistosidad se aprecia claramente en las imágenes que te aporta un dron”.

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CASOS REALES DE APLICACIÓN

Agroseguro

Ángel Algarra: “Un ejemplo paradigmático podría ser el uso de drones en siniestros por inundación. Con el dron se puede medir la superficie afectada de una forma exacta y muy rápidamente, algo que sería muy complicado realizar al perito de otra manera, al estar intransitables las parcelas”.

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Fotografía tomada por un dron de Agroseguro para peritar un siniestro por inundación en una plantación de trigo.

Panamedia

Aitor Parejo: “El ejemplo más recurrente se da en naves industriales o arquitectura. Hemos acudido a revisar más de una vez chalets, edificios en zonas de un alto nivel económico y que están en auge. Aquí lo que ocurre es que la empresa que tiene que asegurar el edificio quiere comprobar si los planes iniciales, el material invertido, y las zonas de luz son las correspondientes. Hemos encontrado casos de fugas de agua, de puntos donde hay mucha humedad y con el tiempo puede generar un problema o de infraestructura que no coincide con los planos originales de terrazas, piscinas, tejados o incluso la altura del mismo”.

RTS

Carlos Barrios: “Recuerdo un siniestro de incendio en unas naves ganaderas que quedaron completamente destruidas y donde utilizamos un dron para tomar fotografías aéreas y hacernos una idea de la magnitud del siniestro, así como poder localizar las áreas más afectadas y averiguar cuál había sido el desarrollo del incendio”.


Retos y desafíos

Pero, como cualquier otra actividad en desarrollo, los retos y desafíos a los que se enfrenta el uso de drones en el mundo asegurador son numerosos. Así, como señala Carlos Barrios, “los riesgos y desafíos que presentan los drones son la cualificación que requiere su uso, y la burocracia de conseguir los permisos necesarios para poder volar en aquellos sitios donde ocurren los siniestros, normalmente lugares urbanos, donde esta gestión suele ser complicada y limitada por los organismos pertinentes.”

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En cuanto a los desafíos futuros, “vienen dados por la tecnología que está por llegar y que permita conseguir cada vez drones más pequeños que puedan ser utilizados en cualquier sitio, incluido interiores, lo que permitirá una mayor facilidad para inspeccionar todos los lugares siniestrados con una seguridad total para las personas”.

Y es que la burocracia y normativa son dos aspectos que dificultan y afectan al trabajo de los drones. A la hora de definir esta normativa actual Aitor Parejo reconoce encontrarse en un “dualismo, ya que, considero que es necesario terminar con los trabajos ilícitos y peligrosos con drones, como la piratería aérea, pero a su vez, creo que sigue siendo demasiado estricta para los grandes profesionales como nosotros”.

La legislación “ha ido avanzando y parece ser que cada vez es más segura, más permisiva y hay mayor facilidad en cuanto a permisos. El tema legislativo es dispar, algunas restricciones son acordes al riesgo que implica, otras son poco prácticas, demasiado estrictas e inútiles. Algunas carecen de sentido, otras son idóneas y en algunas operaciones no hay nada regulado. Sin hablar de la diferencia que existe según el país en que te encuentres”, indica Parejo.

Por último, señala que “cambiaría el sistema por completo, propondría un servidor y una app que te obligara a estar conectado a esa red para poder operar y según tu experiencia, la categoría de drones en la que estás habilitado. Permitiría que pudieras hacer unas operaciones u otras, con un sistema de tiempo, horas de vuelo, para poder ir creciendo como piloto”.

En el caso del seguro agrario, desde Agroseguro, Ángel Algarra indica que, en este tipo de riesgos, las dificultades concretas a la hora de utilizar drones “vienen derivadas, al igual que en el resto de ramos de seguro, de las inclemencias meteorológicas, pero en el caso del seguro agrario, y siendo una actividad que se realiza a la intemperie, es parte de nuestro día a día”.

“El tema legislativo es dispar, algunas restricciones son acordes al riesgo que implica, otras son poco prácticas, demasiado estrictas e inútiles” (Aitor Parejo)


El futuro

Carlos Barrios cree que “su paulatina introducción en el mundo de la peritación es un hecho por las ventajas que conlleva, sujeto a las restricciones legislativas correspondientes. Actualmente en España la normativa es bastante restrictiva. Los drones tenderán a ser cada vez más pequeños y fáciles de manejar, de manera que puedan utilizarse en cualquier lugar cubierto o descubierto y con una cualificación menor por parte del usuario”.

Aitor Parejo augura un buen futuro del uso de drones “sobre todo para aquellas empresas aseguradoras que quieren dar un servicio óptimo y obtener una realidad en riesgo sobre lo que van asegurar. Además, en caso de siniestro pueden tener unas imágenes del antes y el después y encontrar con más facilidad la causa del siniestro”.


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