Es sabido por todos las funciones que desempeña un Perito de Seguros en la resolución de siniestros, esto es, análisis técnico y propuesta de indemnización, pero poco se conoce de la importancia que puede llegar a tener en materia de seguridad vial el profesional de la pericia.
Cuando analizamos las consecuencias de un siniestro estamos formados y disponemos de conocimientos para valorar las piezas o elementos reparables, su coste y viabilidad de esa reparación, determinando que método de reparación es el correcto para garantizar la seguridad e integridad del vehículo.
Además, somos técnicos que, gracias a nuestro conocimiento, también estamos preparados para verificar el estado del vehículo en cuanto a seguridad activa o pasiva se refiere, ya que hay multitud de elementos que afectan y que se pueden verificar de una forma sencilla aprovechando la labor pericial.
Los neumáticos son uno de los elementos de seguridad más críticos en cualquier vehículo, ya que son los que están en contacto con la calzada. Tras un siniestro, un Perito de Seguros es capaz de determinar el estado de estos antes del mismo, incluyendo la verificación de la profundidad del dibujo, presencia de cortes, desgastes irregulares y cualquier señal de daño estructural.
Neumáticos en mal estado pueden haber contribuido al siniestro y también afectar la capacidad del vehículo para maniobrar y detenerse de manera segura. Por lo tanto, su evaluación es esencial tanto para entender las causas del siniestro como para informar al asegurado de su estado.
Otro de los elementos que se debe evaluar es el sistema de frenos. Una inspección puede revelar si estaban funcionando correctamente en el momento del accidente o si un fallo en el sistema pudo haber sido un factor determinante.
“El día a día del Perito de Seguros es complejo y repleto de tareas, pero debemos darle relevancia a la verificación de elementos de seguridad del vehículo”
Una revisión técnica profesional debe comprobar el desgaste de las pastillas y discos, posibles roces en tuberías de freno y, cuando el siniestro requiera efectuar diagnosis electrónica, también verificar averías en la unidad electrónica de ABS.
El tercero de los elementos a revisar son los amortiguadores y el sistema de suspensión ya que juegan un papel crucial en la estabilidad y control del vehículo. Un perito puede examinar estos componentes para identificar cualquier daño o desgaste que pueda haber comprometido la seguridad del vehículo. Los amortiguadores en mal estado pueden afectar a la capacidad del vehículo para absorber impactos y mantener el contacto adecuado con la carretera, así como a la eficacia de la frenada, lo cual es esencial para la seguridad en la conducción.
Además de estos elementos, se deben evaluar otros como el sistema de dirección, cinturones de seguridad, airbags y los elementos estructurales de la carrocería. Cada uno de estos componentes tiene un impacto directo en la seguridad activa y pasiva de los ocupantes así como del resto de actores con los que se comparte la vía.
Como podemos ver, el día a día del Perito de Seguros es complejo y repleto de tareas, pero debemos darle relevancia a la verificación de elementos de seguridad del vehículo, pese a que aumenta el tiempo empleado al desarrollo de nuestra actividad, análisis que aporta valor añadido al servicio pericial.
“¿Mejoraría la siniestralidad si se alerta de elementos que afecten a la seguridad en los vehículos? ¿Este servicio de valor añadido podría ayudar a salvar vidas o evitar accidentes graves?”
Tal y como se encuentra el mercado, es difícil que los agentes del sector inviertan en la labor de verificaciones de sistemas que afecten a la seguridad vial de los vehículos siniestrados, pero:
¿Mejoraría la siniestralidad si se alerta de elementos que afecten a la seguridad en los vehículos?
¿Este servicio de valor añadido podría ayudar a salvar vidas o evitar accidentes graves?
La respuesta es clara y, si entre todos, ponemos nuestro grano de arena, aunque se salve una sola vida o se evite que otra se trunque, habrá valido la pena.