Frente a la velocidad vertiginosa del día a día, a veces conviene echar la vista atrás para tomar perspectiva. Por eso, permítenos, estimado lector, que, ahora que llegamos al número 100, retomemos el editorial «Vuelve Pericia» con el que, en enero de 1997, se iniciaba la segunda época de esta revista.
En él se anunciaba que la publicación regresaba para «ser cauce de comunicación” del colectivo profesional y lo hacía «con vocación de ser herramienta al servicio de unos intereses legítimos y demasiadas veces frustrados y postergados».
Señalábamos que la industria aseguradora estaba experimentando «profundos e importantes cambios que, en relación a nuestra profesión, suponen una demanda objetiva de actualización, formación y reciclaje».
Nos felicitamos por «las excelentes relaciones que mantienen en este momento las directivas de UNESPA y APCAS», que «redundarán en una mejora progresiva de las relaciones profesionales entre aseguradores y peritos».
“Más de un cuarto de siglo después, seguimos manteniendo que Pericia es una de las mejores herramientas al servicio de los Peritos de Seguros y los Comisarios de Averías”
Sin embargo, reconocíamos en aquel momento que este regreso no se hacía desde «la autocomplacencia», sino «con vocación reivindicativa y de herramienta viva de comunicación de nuestro colectivo». De ahí la solicitud a la Dirección General de Seguros para que fomentara «la adecuada preparación técnica y la cualificación».
Más de un cuarto de siglo después, seguimos manteniendo que Pericia es una de las mejores herramientas al servicio de los Peritos de Seguros y los Comisarios de Averías, un cauce de comunicación y de encuentro del colectivo profesional, parte indispensable de la industria aseguradora y del valor que esta aporta a la sociedad.
Hoy, como entonces, creemos en la actualización continua de los conocimientos técnicos de los profesionales de la Pericia Aseguradora para seguir siendo una pieza fundamental en el sector.
Y, como no puede ser de otra forma, mantenemos el carácter reivindicativo de los Peritos de Seguros y los Comisarios de Averías con la confianza de que solo unas condiciones de desempeño adecuadas –incluyendo una digna remuneración–, una formación de calidad, el impulso de la certificación profesional y la apuesta por una tecnología que potencie y agilice la labor pericial son la mejor garantía de la aportación de valor de la Pericia a la industria aseguradora y, con ello, a la sociedad.
