Esther cuenta cómo siendo la tercera de cuatro hermanos de una familia de entorno comerciante, optó, sin embargo, por estudiar una ingeniería, ya que «me preguntaba el porqué de las cosas de forma permanente”. Le gustaba el trabajo creativo y también de análisis, «lo que me llevó a una carrera de la rama industrial, porque me ayudaba a comprender más el entorno en el que vivimos».
Aunque su vida se ha desarrollado principalmente en Valencia, durante una época estudió fuera de España, lo que le ayudó a profundizar en sus estudios de ingeniería, que consolidó a lo largo de los años con una nutrida formación continua en diversas áreas. También trabajó en el Ayuntamiento de Valencia como responsable de la Sala de Control de Tráfico y, al mismo tiempo, se iniciaba en la pericia. «En ese momento no había color en la profesión: lo que era el mundo de la pericia con lo que era un trabajo de funcionario y, teniendo 25 años, me decanté claramente por el mundo de la pericia».
Aterrizó en el mundo laboral de la pericia a través de un gabinete en el que buscaban colaboradores. «No era igual que en esta época, no era una profesión por la que alguien ajena al sector de los seguros pudiera apostar, como era mi caso». Sin embargo, «me pareció una colaboración que podía ser atractiva». Destaca, especialmente, la tipología de siniestros que se peritaban, que «eran especialmente apasionantes, como incendios en naves industriales, siniestros de responsabilidad civil por voladuras en la ejecución de carreteras… siniestros, en general, graves». Aquello la ayudó a tomar poco a poco «consciencia del trabajo profesional y el conocimiento del apasionante mundo de la peritación, en la que cada día se aprenden cosas nuevas».
«Los principales retos a los que nos enfrentamos los Peritos de Seguros somos nosotros mismos, en cuanto al listón que nos pongamos para alcanzar nuestras metas»
Retos de la profesión
Un mundo en el que Esther considera que los principales retos a los que se enfrentan los Peritos de Seguros «somos nosotros mismos, en cuanto al listón que nos pongamos para alcanzar nuestras metas». También destaca una dificultad, «que la mayoría de nosotros somos eminentemente técnicos y pecamos de ser poco comerciales. En los equipos en los que hay un gran comercial y un buen técnico al mismo tiempo, aunque esté en dos personas diferentes, resulta lo más apropiado para para llegar a buen puerto. Actualmente, el trabajo unipersonal es complejo, conviene formar parte de equipos multidisciplinares y es mi recomendación a cualquiera que se inicie en la pericia o incluso quiera mantenerse durante mucho tiempo en ella»
En cualquier caso, Esther considera que a la profesión «actualmente no se le da el valor que tiene», a pesar de ser «necesaria para tener una visión del siniestro o de la situación ajena a las partes implicadas». En un siniestro o conflicto, «es imprescindible la visión de una persona ajena a todo eso, que sea lo más imparcial y objetiva posible, que tenga conocimiento en la materia que se está peritando e imprescindible conocimiento en los seguros». Esther considera que «nosotros mismos debemos dar valor a esta profesión, con la humildad que se requiere. Es imprescindible que las aseguradoras pongan en valor a esta profesión y se tenga en cuenta que los Peritos de Seguros tenemos un carácter especial y sabemos ponernos en lugar del asegurado y de la aseguradora».
«Es imprescindible que las aseguradoras pongan en valor a esta profesión y se tenga en cuenta que los Peritos de Seguros tenemos un carácter especial y sabemos ponernos en lugar del asegurado y la aseguradora»
APCAS, asociación imprescindible
Respecto al asociacionismo de la profesión, Esther considera que APCAS «es una asociación imprescindible en el mundo del siniestro de daños, tanto para las aseguradoras como para los asegurados. La pericia de siniestros no deja de ser una parte del servicio posventa que tienen las aseguradoras, al igual que la tramitación, la resolución de siniestros, la reclamación, quejas, la peritación del siniestro, las indemnizaciones…». Además, «hay tantas pólizas de seguros distintas que nuestra asociación es una parte pequeña de esa zona de las aseguradoras y, aun así, nos hemos conseguido mantener en una postura referente en el mercado y que creo que todos los compañeros y compañeras que no están asociados deberían mentalizarse de que la unión hace la fuerza».
En cuanto a la situación del sector, señala que «actualmente se está buscando un equilibrio de servicios y costes y se da la circunstancia de que las eventualidades climatológicas requieren muchísimo esfuerzo por parte de las aseguradoras y todos los profesionales que estamos en siniestros, donde los peritos estamos dando unos resultados inmejorables». Cuando no hay eventualidades climatológicas «se producen momentos bajos de encargos periciales que conllevan a reflexionar sobre dar nuevos servicios a las aseguradoras. En este sentido, es imprescindible digitalizarse y poder ofrecer estos servicios a las aseguradoras, intentando competir con empresas de servicio multinacionales como ocurre en otros sectores».